Estaba así cuando llegué!

¿Os habéis preguntado alguna vez como es un secador por dentro?

Vale, no me importa. Yo no.

Y, si yo nunca me lo he preguntado...

¿PUEDE ALGUIEN DECIRME POR QUÉ SE ME HA ABIERTO EN CANAL A MÍ?

Ya que nadie va a contestar lo haré yo misma. Es por culpa de esos cables tan largos, ese tamaño no tiene razón de ser, ¿Qué se piensan que voy a enchufarlo en mi pasillo y me voy a ir al ascensor a usarlo? Pues no, ¡desengañaos malditos fabricantes de secadores! ¡Con medio metro de cable yo voy sobrada! Luego pasa lo que pasa, Ene va a salir del aseo, tropieza con el cable y el secador hace catapum! contra el suelo. Ahora es cuando os reís y morís.

A lo que íbamos, no se para qué pongo el secador encima del lavabo, creo que ya tengo edad suficiente como para saber que hacer lo de Pocahontas delante del espejo es una horterada. De todas formas lo que haga o deje de hacer no os incumbe, y si quiero hacer Pocahontas lo haré con mis mechas lilas ondeando al viento (de colores)

Pues eso, que soy una manazas y me he cargado el secador. Ahora me voy a hacer la Pocahontas sacar la cabeza por la ventana un rato a que se me seque el pelo.

Ahora la pregunta es...

¿... seguiré viva cuando mi madre vaya a secarse el pelo y encuentre en el armario cuatro trozos de plástico y una redecilla en lugar del secador?

Oh oh...

-YO NO HE HECHO NADA! ESTABA ASÍ CUANDO LLEGUÉ!