La curiosidad mató al gato y la espera a Ene

Hoy no estoy de humor para escribir absolutamente nada, cualquiera podría replicarme que nunca lo estoy pero al menos he aparcado mi odio irracional y me apetece autoescarniarme un rato.Puedo ser una persona muy egocéntrica, pero se que no soy la primera del mundo a la que le rompen el corazón, la mandan a tomar por culo la rechazan. Pero al fin y al cabo son los pedacitos de mi autoestima lo que estás pisando con tus malditos pies de mortal así que tengo derecho a lamentarme como si me estuvieran arrancando las uñas de los pies (recién pintadas). No me gustaría que leyeras esto y supieras que va por ti, pero lo escribo porque me explotan los dedos si no lo hago. Al menos no me he puesto a llorar no me han sudado los ojos (Yo jamás lloro), supongo que en el fondo nunca esperé que me quisieras, o por lo menos no de esa manera. ¿Y ahora qué? Tú me pides que te espere, y creo que dije que lo haría. Pero no soy una chica de palabra, ni siquiera soy fuerte; por no ser, no soy capaz ni de tomar decisiones. Dice la filosofía que eso es ser una imbécil, pero yo prefiero llamarme fluorescente y utilizarlo como excusa. ¿Y tú crees que aguantaría la espera? tal vez seas tú el imbécil que busca argumentos y no los encuentra. Quien no arriesga no gana, Alea Iacta Est; mandaría todos los refranes y dichos a la mierda por tenerte a mi lado. Conmigo no funciona el efecto Forer y no por ello soy una ilógica. ¿Qué puedo decir? si escribiendo y escuchando los screamos más bestias que el reproductor de Windows media aleatoriamente selecciona consiguo dibujar en mis labios la sonrisa que tú no has logrado arrancar. ¿Quieres que seamos amigos? Sabes que eres importante para mí y no soportaría perderte. No te confundas conmigo, no soy ninguna romántica. Yo soy una chica fluorescente y no podrás cambiarlo (ni yo lo haré por ti). Y si como dice A., llega el día en que vengas a buscarme abriendo todas las puertas del pasillo para declararme tu amor en clase de Ética... pues vale. Aunque con la suerte que tengo ese día me pillarás con tuberculosis y estaré al borde de la muerte regresar a mi planeta natal.

Vale, ahora vamos a cambiar de tema que este es muy aburrido.

 A.y Ene entran inocentemente a una clase un día cualquiera. Algún estudiante despistado se ha dejado olvidada una carpeta. ¿De quién será? se pregunta A. y dicho esto Ene la abre sin saber que en su interior...

- AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!

-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!

Dímelo tú, Oh gran Joe... ¿QUEDA ALGÚN LUGAR EN EL MUNDO DÓNDE OCULTARME?

Porque si es así quiero una piedra reservada ya mismo para meterme debajo.

Por mi parrafada amorosa y las aventuras en el grasiento pelo de Joe no vale la pena comentar, así que os dejo esto: